-¿Los amigos aún le llaman 'el Roget'?
-Algunos. Pero ahora (dice riendo), con la edad que tengo y el pelo blanco, me llamarían 'el Blanquet' .
-¿Usted ha subido a la Solana?
-¡Hombre!, claro. Es la montaña que está enfrente de mi pueblo y de chaval la subía y bajaba muchas veces. Me sirvió para hacer piernas.
-¿Ahora va con frecuencia a Algar del Palancia?
-Todos los fines de semana. Tengo casa allí.
-Imagino que en su casa guisan con aceite de la sierra de Espadán.
-¡Naturalmente! Aceite de olivas serranas, que es el mejor que hay en España.
-¿Empezó a jugar en el equipo de su pueblo?
-Sí. Luego, a los doce o trece años me fui al Segarra. En un partido contra el Valencia juvenil me vieron Rino y Amadeo y me ficharon para el Mestalla, aunque primero jugué cedido en la Peña Puchades y el equipo de la calle Sagunto.
-En el Valencia estuvo nueve años.
-Nueve años y medio.
-Y ganó los dos primeros trofeos europeos del club: la Copa de Ferias.
-Y pudimos ganar la tercera, pero... Se ve que como si ganábamos se quedaba en propiedad... El árbitro estuvo muy mal, a punto de acabar se colocó junto al túnel, pitó el final y se fue corriendo. Increíble.
-Ahora también hay árbitros que...
-Mentiras en el fútbol siempre ha habido y habrá. La prueba la tienes ahora, que pese a haber dos más detrás de las porterías, no se aclaran. Es como si hubiera unas sillas.
-Blatter dijo que España y Qatar manejaron votos para llevarse la organización de los mundiales.
-¡Se hace cada comentario!
-¿El fútbol necesita una buena limpieza?
-(Se ríe) No lo sé, pero eso se lo debía de haber tragado.
-En el caso de que la denuncia fuera cierta, supondría que los organizadores son malos hasta para ganar con trampas, ¿no?
-¡Es que el fútbol es muy raro! (dice para eludir pronunciarse)
-¿Cómo era Piquer, el defensa?
-Me entregaba en cada partido.
-¿Aburría a los Gento, Collar, Lapetra...?
-Sí, pero también fui ofensivo, porque empecé en el medio campo.
-¿Duro?
-Sí. Ahora los laterales corren mucho, pero no bajan. Tanto Balmanya como Scopellicoincidían. Siempre me decían: «Vicente, puedes subir a la velocidad que quieras. Pero a defender has de bajar a doble velocidad de la que subes. No puedes bajar mirando el partido».
-¿Es un mensaje para alguien?
-Bueno... Que cada uno lo tome como quiera. Pero los defensas no deben dejar pensar al contrario. El rival siempre ha de notar su aliento en la oreja. Un defensa nunca debe permitir que el delantero se gire y encare.
-¿Acude asiduamente a Mestalla?
-No. Sigo la actualidad muy de cerca, pero no voy al campo porque me pongo demasiado nervioso.
-¿Es como lo de jugar o estar en el banquillo?
-Sí, claro. Jugando nunca he sufrido, pero en el banquillo o en la grada... ¡sientes impotencia!
-¿Cómo es ahora Vicente Piquer?
-No he cambiado. De joven era más impulsivo y ahora tengo más cabeza. Siempre he sido de los que llaman al pan, pan, y al vino, vino, pero a veces pienso, '¿por qué he de decir cosas que van a sentar mal a los demás?', y prefiero callar. Soy más diplomático.
-¿Cómo ve el panorama deportivo español?
-Con mucha exigencia. El haber ganado el Mundial nos obliga a más. Somos los campeones.
-¿Y el panorama social?
-Ese es el que nos debe preocupar a todos. A lo mejor alguien dice, '¿y este quién es para opinar?' Pero hay muchas cosas que no me gustan.
-¿Qué le sorprende?
-Que acabemos siendo una fábrica que alimente Europa. Los jóvenes españoles acabarán yéndose porque aquí no encuentran salida.
-¿Hay mucho que cambiar?
-Sí, pero el Gobierno fue elegido por votación. Todos son iguales, pero hay que saber administrar y estamos viendo que la nación no está bien administrada. Oyes al presidente que un día dice una cosa, al otro rectifica y al otro cambia. Veremos si los que vienen detrás lo hacen mejor, pero tendrán que espabilarse mucho.
-¿A usted le gusta cómo juega el Valencia?
-No, pero me gusta que gane aunque sea en el último minuto y de penalti injusto. Hay veces que el equipo debería ligar más juego, sí; pero en otras no se puede hacer porque el contrario también juega y te lo pone muy difícil.
-¿Entonces son injustas las críticas que recibe el equipo?
-En bastantes ocasiones, sí. Se critica mucho y hay que ver dónde está el equipo. Hoy en día hay tres ligas. La del Barça y Madrid; la del Valencia, Villarreal, Atlético, Sevilla. y la de los que luchan para no descender.
-¿Nadie puede dudar de que el título volverá a ser cosa de dos?
-Eso está claro, y desgraciadamente es muy malo para el fútbol.
-¿Usted prefiere la 'butifarra' o el 'cocidito'?
-(Se ríe) Hoy en día el Barça es el que hace mejor juego. El Madrid es más de individualidades.
-¿Guardiola antes que Mou?
-Guardiola tiene la cabeza muy bien amueblada. Mourinho es un chulito del fútbol, aunque me han contado que cuando empezó era muy humilde.
-Vamos con lo de aquí. ¿Cree que el club renovará Unai?
-Me parece que no.
-¿Quién ha sido el mejor entrenador del Valencia?
-Balmanya y Scopelli.
-¿Qué le dice el 24 de febrero de 1957?
-(Riendo) Me lo pones fácil porque es mi cumpleaños. Fue mi debut con el Valencia, en el campo de Les Corts, marcando a Kubala.
-Un gran jugador, ¿verdad?
-Sí, pero el que más me impresionó fue Pelé. Vino con 18 años, en un Naranja. ¡Nos hizo una jugada a Quincoces y a mí...! Recibió el balón a media altura, los dos salimos a por él, pero la picó por encima y le pegó sin dejarla caer. No fue gol, fue al larguero, ¡pero de chapeau!